CRONICA DE LA MIGUEL INDURAIN 2012

                        POR       ROBER

Tras el tropiezo del año pasado donde con problemas musculares me vi obligado a abandonar el evento, nos volvemos a lanzar a la aventura mi nueva bici y yo, puesto que este año nadie más quiere venir.

Son las 8.20 h y ya me he acercado a la línea de salida, por cierto me he situado por la parte trasera, la gente madruga para coger posiciones. Diviso no muy lejos a dos lobos, uno de ellos Pedro. Por megafonía nombran a ex ciclistas y a otros en activo aparte de Pruden y Miguel Induráin, lo que parece que la cosa no va a ir nada tranquila.

Me acerco a saludar a Pedro y este me presenta a Héctor, le digo que quiero ir de menos a más si mi cabeza me lo permite y él me comenta que vaya con ellos (no estoy seguro de si podré) pero no me comprometo a nada. Hacemos los primeros kms juntos, son los más peligrosos pues la gente pasa por todos los lados y todos que remos coger posiciones cómodas y seguras. Estamos a punto de ser alcanzados por una caída, por lo que decido avanzar adelante poco a poco, al rato me doy cuenta que los lobos se han quedado atrás.

Llegamos a la primera subida de belate. Mi cabeza ya está como no debía y manda señales a las piernas para que sigan y así engancho una buena rueda que en alguna ocasión me quiere venir grande, pero aguanto y consigo coronar el puerto el nº 27, delante solo van un escaso grupo de unos 25 corredores. Primer avituallamiento en el que no paramos, ya en la bajada nos reagruparíamos 12 participantes. Sé que es un buen grupo y comenzamos el 2º puerto, alto de Egozkue donde toma el mando por segunda vez el mismo chaval y  logra subirnos a buen ritmo a todo el grupo. Entre ellos hay uno que me saluda con un “aldeano”, no lo conozco, lleva un traje de ciclos Eguizábal y un + x -, es de pierna muy delgada y aguanta las subidas, pero no lo he visto todavía dar la cara. Voy colaborando al principio de los puertos en algún relevo puesto que siempre voy 2º-3º y hay 8 que no los veo más que en las bajadas. Por lo que decido que si quiero aguantar toda la etapa, no vuelvo a dar más relevos. Bajamos rápido y no acercamos al 3º, Artesiaga donde lo que es la parte de aproximación 2-3% veo que cede el que va primero, que lleva casi a su altura a otro, por lo que decido volver a pasar a relevar, y lanzo un “voy”, me abro a izquierdas y lo mismo hace el otro, no hay tiempo para nada, estamos los dos en el suelo, zapatilla rota con la que solo llevo los velcros, magulladuras, tobillo, fuerte impacto en la cabeza (protege el casco) y barritas y zumo reventados, amortiguando la caída. La bici golpe en maneta y sillín, la exploro ruedas y frenos y parece que no lleva nada más (luego en casa vería el cuadro partido). Pasan 4 y luego unos 25 y yo no hago más que buscar las llaves del coche que no aparecen, hasta que decido sacar toda la comida que llevo detrás y mirar bien, y bingo, aparecen. Sin más tiempo que perder continúo haciendo caso omiso a todas las heridas y golpes, pero voy solo, viento en contra y es un puerto por lo que mi mente quiere rendirse, cuando al poco miro para atrás y veo que viene un grupeto de unos 25, donde rápido me dan alcance. Me levanto de la bici presiono las piernas y cojo la rueda del primero, aguanto y tengo buenas sensaciones de poder continuar ahí.

Apenado por el infortunio, mi cabeza da muchas vueltas y consigo darme ánimos de que aquí voy a ir más cómodo, no hubiese aguantado, solo he perdido 5-6 minutos, este año la acabo como sea e incluso va remitiendo el dolor. Al poco me doy cuenta que mi amigo Pedro va en este grupo y realmente no voy tan mal, pues en las subidas se queda, pero luego nos iremos reagrupando en las bajadas, no hay ningún síntoma serio de fuga en este grupo. Pedro me da ánimo, es buen chaval, y lo agradezco pues él tiene mucha más experiencia en todas estas situaciones.

Subimos por 2º vez Belate y decido parar a llenar un botellín y mear, Héctor que sube muy bien aprovecha para coger agua mientras espera a Pedro  y la bajada la haríamos a relevos para reagruparnos pues la gente no espera, dándonos un calentón, pero sabemos que en cogiéndolos todo será más fácil. Esta parte no la conozco pero tengo oído que solo queda un puerto de 4-5 kms y lo demás bajada. Pues el puerto se empieza a hacer pesado y nos dice un participante que tiene 7.6km, aparte hay unos repechones después, donde las piernas comienzan a notar la fatiga y quedando 20km noto que las bolas se suben, por lo que suavizo lo que puedo suelto piernas e intento no descolgarme del grupo, ya no los cogería.  

Recupero y voy adelante del grupo a hacer un relevo, lo que me cuesta casi despedirme del grupo, así no espabilo, otra vez problemas, por lo que me dejo llevar y entrar el último del grupo sin opción de haberme visto en el sprint.

RESUMEN

186    KM                    5 h   42m   9s                    32.69   km/h                 puesto   70